La ley es la ley no solo es una obra importante por la discusión que establece acerca de las posiciones en pugna en la filosofía del derecho, sino también porque realiza una contribución central para la toma de conciencia del peligro que entraña para el sistema jurídico y político la extinción del positivismo, es decir, de la idea de que la ley es la ley, y que por tanto el derecho tiene autoridad para resolver desacuerdos morales y políticos.